San Valentín es para abrazanenúfares... y para frikitecarios

¿Os habíais creído que los bibliotecarios no tienen su corazoncito? Pues claro que sí: es un corazoncito de cenu, y lo guardan en un frasquito, en formol, junto a la tejueladora y las Anglos. ¡Hasta celebran el día de San Valentín! Baste mirar el histórico de Frikitecaris para comprobarlo. Miren, miren esta entrada, y esta otra. O la de hoy. ¿Acaso hay algo más tierno que una tarjeta de San Valentín protagonizada por una bibliotecaria?


Así que ya lo saben. Dense por felicitados en un día tan entrañable como este, devuelvan sus libros en plazo y, sobre todo, guarden silencio en la biblioteca. Los mimitos y ramos de flores, en la calle. Que los bibliotecarios tienen su corazoncito, en efecto, pero también tienen cejas, y están dispuestos a arquearlas. Aunque, por otro lado, los bibliotecarios enamorados también se tiran el rollo y regalan tarjetas de San Valentín a sus cenus...


... y a los friquis.


(Encontrarán más tarjetitas de Kit Allen si pinchan sobre este enlace o este otro.)

 

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